miércoles, 14 de abril de 2010

Llovió todo el día y el gato no se podía dormir, se saca sus converse y piensa, piensa en todo lo que vivió en las horas transcurridas.
Se levanto igual que siempre y salio a la calle, se cruzo a la misma gente, pensó en las mismas ilusiones, ilusiones ilusas podría decirse, platónicas, pero que lo hacían andar…
Ese día las ilusiones se rompieron, el gato quedo roto por que alguien lo rompió…
Lo rompió sin darse cuenta, sin intención sabe él, pero igual no estuvo bueno, quería conservarlas, aunque sea por un rato, lo sostenían, lo hacían sentir vivo…
Se sintió mal por la tarde y trato de vomitar, devolvió agua, y se dio cuenta que eran lagrimas, lagrimas que no dejaba salir por el lugar correcto, aunque sabia que no salían de los lagrimales de sus ojos sino eran mucho mas profundas, lo confirmo cuando salieron mas enredadas en una bola de pelo que tenia en la garganta…
Pensó que no estaba bueno tener que pisar la tierra, dejar de bolar, como si sus zapatillas rojas tuviesen alas, alas para volar.
Hablo con alguien, pero no le dijo nada, aunque ese mismo alguien lo entendió en sus ideas amorfas, ambiguas y abstractas…
Una vez estaba con los pies sobre la tierra, como si llevara nuevamente sus botas, se dio cuenta que tenia que descansar, el día siguiente seria largo y, aunque saliese el sol… seguiría lloviendo…

0 comentarios:

Publicar un comentario