sábado, 29 de octubre de 2011

Un cuarto de siglo.

Un cuarto de siglo no se cumple todos los días y es un buen momento para ponerse a pensar, reflexionar y buscar eso que uno no encuentra.
25 años pasaron de aquel día en el que me trajeron a este mundo y empecé a vivir, experimentar, ser feliz y sufrir.
Hoy me paro y miro el pasado y enfoco hacia adelante, hoy ya no tengo ganas de sufrir por penas ajenas, quiero derramar lágrimas por mis propios errores. Quiero dejar de ser el fuerte, el que nunca se rompe, el que tiene la palabra justa en el momento preciso, necesito ser al que le dan un abrazo porque lo ven frágil y no pasar desapercibido porque es fuerte y lo puede todo. No quiero escuchar, quiero que me escuchen, no quiero gustar, quiero que gusten, poder encontrar a ese alguien que esté ahí cuando necesite un abrazo, a quien llorarle en el hombro y contarle mis penas, hoy no tengo ganas de ser ese hombre fuerte que siempre fui, que siempre esta, el que se hace cargo y pone el pecho.
Hoy quiero ser frágil y quiero romperme.

sábado, 22 de octubre de 2011


Hay momentos en que sentis que la panza te tiembla, que se te hace un nudo en la garganta y no sabes que hacer. Inseguridad le dicen algunos , otros miedos. Yo trato de llamarlo “Crecer”, esas ganas de ser y no aparentar, de querer dejar de inventar historias mágicas que dejen contento el entorno, de decir lo que quieren escuchar.
En esos momentos a veces buscas un apoyo que no encontrar y cuando crees hacerlo esta encontra de tus propias convicciones. En esos momentos te quedas quieto y ves como el mundo sigue girando a un a pesar de tu dolor, observas a todos girar y vivir en sus mundos en sus dudas que ingenuamente crees vanas, y vos, ahí quieto, esperando a que te vean sin que nadie se de cuenta de tu existencia.
Crecer, madurar es eso, que te tiemblen las piernas ante riesgos nuevos.

"Te toca actuar
Mas que actuar
Hay más de mí
En un mundo encerrado"

miércoles, 5 de octubre de 2011

Un tropezón no es caída.

“Un tropezón no es caída” es una frase hecha, muy vieja quizás, pero si la podemos abstraer podemos pensar en que tan cierta es.
Vengo con un par de meses que no puedo decir que son los mejores, podría hasta decir que vengo en picada, pero, ¿Qué tan cierto es? Hace unos años atrás, sin haber madurado casi nada podría haber dicho que toque fondo, pero hoy, con 24 años, que, aunque no lo parezca, muy bien llevados, puedo decir que fue un simple tropezón, un impas del cual aprendo, crezco y maduro.
Tengo en mi conciencia una pelea entre el Matías social y el Matías emocional, el primero cree que todo esta mal, que fue el culpable de los hechos, el otro se siente muy bien, se saco un peso de encima y no siente culpa.
Y así estamos, viviendo en medio de un tropezón que no me lleva a tocar fondo, simplemente me da un espacio.

“Y al final camino solo y aunque de vueltas no hay vuelta atrás”