jueves, 4 de julio de 2013

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Cuando la gente se volvió fría el mundo se volvió oscuro, el sol se parecía más a una lamparita de bajo consumo, el paisaje era una foto escalada en grises que nada tenía que ofrecer. El día era monótono y aburrido una constante mañana de otoño nublada que nunca se largaba a llover. La gente corría para todos lados ocupada en hacerse problema, en contar, en pensar, angustiarse y llegar. Todos creían llegar tarde a lugares que siempre llegaban temprano, el mundo dolía cuando ya no tenía que le duela. Las relaciones eran meros compromisos, nadie ya sentí, solo facturaban, las personas tenían mucho más sexo porque ya nadie hacia el amor. La gente fría poco a poco lo conquisto todo, conquisto las noches, los atardeceres, los días, conquisto el mar. Todos estaban en paz porque todos dejaron de sentir, ya nadie hacía preguntas porque nadie quería saber. La gente fría igual seguía preocupada por llegar, angustiada por saber, ansiosa por morir. Ansiosos por morir, cuando morir ya no valía nada.