viernes, 8 de agosto de 2014

Me sorprende un poco esa curiosa atribución que se toman algunos de andar por la vida señalando a los otros como buenos, malos, justo, injustos, responsables o irresponsables. Esa atribución tan egoísta y poco contemplativa de la realidad, que, por lo general suele provenir de gente que se jacta de ser objetiva en sus vínculos y en los roles que desempeña en las diferentes actividades. Con todo esto me quiero preguntar ¿Quién tiene razón? ¿Es justo señalar al otro y darle una valoración negativa? En un primer lugar como estudiante de psicología me planteo que la razón es un concepto abstracto y poco claro en las razones humanas, es una construcción arbitraria. Con respecto a si alguien tiene derecho a señalar, mira, me parece que no, que es cualquiera, egoísta e infantil. Señalar al otro, complotar en su contra, ponerlo en el paredón y acusarlo de lo que sea me resulta una actitud poco inteligente y poco adulta, uno al señalar lo hace desde la vara de sus valores, principios o lo que sea que fuese que lo hace movilizarse, eso, te cuento es algo subjetivo porque capaz tenes que pensar que mis valores no son los tuyos y que no sean los tuyos no implica que sean malos. Pero la gente es así. Egoísta, mala y envidiosa. A todos nos gusta andar por la vida señalando y cuestionando los valores, los principios y las responsabilidades del otro, nos gusta criticar, juzgar y cuestionar porque si, porque se nos canta. Eso es normal, pero desde mi humilde opinión me parece que es una actitud pésima y cobarde cuando tu deber es enseñar valores, crees en ellos y los fomentas. Entonces, si vos te pones a señalar a la gente a cuestionar, a valorarla negativamente y a destrozar su imagen en público. ¿Qué valores positivos estas fomentando? ¿Cómo pregonas con el ejemplo? Hay maneras y maneras de plantear las cosas, de ver un conflicto y de buscarle solución, pero, desde mi punto de vista, desde mis valores y desde donde yo creo juzgar está mal, no suma, desalienta y no es lo que me gusta andar dejando por la vida. Porque si juzgas es porque algo pones en juego, algo tenes miedo de perder, o peor aún, de mostrar. Soy de la idea de que cuando te pasa algo tenes dos opciones, o te quejas, o aprendes. Que se yo, son cosas que pienso.