sábado, 29 de octubre de 2011

Un cuarto de siglo.

Un cuarto de siglo no se cumple todos los días y es un buen momento para ponerse a pensar, reflexionar y buscar eso que uno no encuentra.
25 años pasaron de aquel día en el que me trajeron a este mundo y empecé a vivir, experimentar, ser feliz y sufrir.
Hoy me paro y miro el pasado y enfoco hacia adelante, hoy ya no tengo ganas de sufrir por penas ajenas, quiero derramar lágrimas por mis propios errores. Quiero dejar de ser el fuerte, el que nunca se rompe, el que tiene la palabra justa en el momento preciso, necesito ser al que le dan un abrazo porque lo ven frágil y no pasar desapercibido porque es fuerte y lo puede todo. No quiero escuchar, quiero que me escuchen, no quiero gustar, quiero que gusten, poder encontrar a ese alguien que esté ahí cuando necesite un abrazo, a quien llorarle en el hombro y contarle mis penas, hoy no tengo ganas de ser ese hombre fuerte que siempre fui, que siempre esta, el que se hace cargo y pone el pecho.
Hoy quiero ser frágil y quiero romperme.

0 comentarios:

Publicar un comentario