Eran como las siete de la mañana y luego de una seguidilla de puteadas la señorita J. se puso seria y me dijo una gran verdad: “la cuestión no es preguntarse, sino formularse bien la pregunta”.Y me dejo pensando…
Y ese pensamiento me hizo reformularme un montón de cosas, en primer lugar trato de no hacerme tanto problema, aunque también en eso influyo un poco el señor J., no pensar tanto, en fin… ver las cosas desde otro lugar, hacerme primero bien las preguntas y después tratar de contestarlas…
Entre tantas cosas me pregunte, y desde un lugar un poco mas superficial, si me gusta tanto el cine, la música y la literatura… por que no estudie artes, o por lo menos algo referido a…
Por que no se dieron las cosas quizá, atine a responderme. No se si eso es cierto, o simplemente no tuve los huevos suficientes para hacer lo que me gusta, a veces es mas fácil pensar en general plata que hacer lo que a uno le gusta realmente aunque te cagues de hambre. Igualmente, OJO!, estoy muy contento con lo que hago, o Hare, tiene mucho de arte y la necesidad de la impronta de una filosofía muy personal…
Y volviendo al tema del valor, si debo reconocer que no, no lo tengo y me cuesta afrontar esa situación, me “amebo” y no actúo como debería, se perfectamente cuales son los pasos a seguir, como comportarme, que hacer, que decir, en donde, como… la pregunta esta bien formulada, es sencilla, para nada complicado…
El problema es que articular esas simples palabras es un dolor de huevos, da mucho miedo y siendo sinceros, es una situación bastante delicada y particular…
“Dime si te causo una revolución,
Dime si te hago cambiar tu canción,
Dime si te hago suspirar,
Dime si te haré volver a empezar”
Julieta Venegas
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