Venia muy contento con mi bolsito de Nike en el tren que su interior llevaba mi ropa deportiva, unos Capris de la misma marca y una remera puma, en el tren luego de un arduo día de trabajo y facultad. Creo que ese día había almorzado wok de pollo, muy rico, un almuerzo exótico para días de oficina. Cargaba mi traje que había comprado con visa, y en mi mp3 seguro sonaba alguna de las canciones bizarras que suelo escuchar yo.
Cambie un par de vagones para estar mas cerca de la para de taxis y me quede en el medio de uno, ya que estaba cerca del furgón de carga y no quería que el aroma a marihuana opaque mi perfume importado.
Por entre medio de las filas un chico de no mas de dos años venia caminando con estampitas en la mano. Seguro lo tomo como una diversión, no sabia lo que estaba haciendo y claramente lo había mandado su madre que indiferente comía tortilla con otras personas mientras viaja sentada charlando con otras personas. El chico le dio una estampita a un señor que estaba sentado, se lo notaba cansado con sus ropas de trabajo manchadas de pintura y a esas altas horas de la noche, el pequeño le dio una estampita y este se la dio con una moneda… la moneda se le cayo entre los asientos y no la pudo volver a encontrar.
El señor se bajo del tren en la misma estación que yo, tenia cara triste, seguro era una de las pocas monedas que le quedaban y ni el chico la pudo tener.
Tome un taxi hasta la casa de mi abuela, zona residencial en una calle de solo tres cuadras con algún que otro vecino famoso en los alrededores. Cene, me bañe y me acosté.
Me puse a pensar y me sentí una mierda.
Un año
Hace 5 años
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