lunes, 19 de mayo de 2014

Más de una vez me he tenido que enfrentar a esa situación en la que te preguntan “¿Qué es ser scout?” Más de una vez he dado vueltas en la respuesta, en algunas otras me limite a dar la respuesta básica del dirigente “Formamos personas en valores” y en otras realmente me dan ganas de decirles, - La pregunta no es “¿Qué es ser scout?” la pregunta es “¿Qué se siente ser scout?”. Ser o estar. Ese gran dilema que aun los humanos no sabemos responder. Soy scout desde los 14 años, entre en el movimiento, mira hace cuanto que fue, por una chica que me gustaba. Entre de paracaidista, pensé que, como en toda actividad que emprendía iba a durar dos meses y me iba a aburrir. Empecé en los caminantes, la rama de los adolescentes, la de la búsqueda, el lugar en el que tenes todo el derecho del mundo a no saber, a preguntar y cuestionarte. Empecé a hacer amigos, pero no de esos amigos del secundario que te duran un rato, una etapa, amigos posta que te los llevas hasta la tumba. Pase campamentos, noches de frio, fogones, momentos inolvidables de esos que te erizan la piel, que no te olvidas nunca. Conocí gente con la que llore de tristeza y de alegría, con la que descubrí sensaciones nuevas, abrazos inolvidables, caricias y miradas cómplices que no había compartido antes con nadie más. Hoy tengo 27 años y un montón de amigos por todos lados, un montón de abrazos y recuerdos guardados en cajas, en rincones de la mente y en el corazón. Un montón de fogones que me hicieron llorar, momentos en los que me senté en la oscuridad, iluminado por un simple fuego a decirle a alguien que no soportaba mas estar peleado con esa persona porque no podía mas de quererlo, o quererla, no importa el sexo porque en ese lugar aprendí a querer a las personas por lo que son mas allá de la piel, porque extrañamente ese contexto te deja ver en el corazón de las personas. Pasar un campamento de diez días con un montón de gente saca lo peor y lo mejor de las personas, te moviliza, te cambia, no lo puedo explicar. Lo tenes que vivir. Hoy tengo 27 años y sigo acá, siendo scout, por más de que me digan que ya estoy grande para eso todos los días descubro algo nuevo, me movilizo desde distintos lugares porque me hacen mejor persona. Sin ir más lejos este fin de semana tuve mi último modulo para formarme como Maestro Scout (si, cuando sos adulto te formas para estar educando a los hijos de los otros) el M2, liderazgo. Para mí fue el modulo mas movilizante que tuve, no solo porque fue el último, sino por todo lo que viví, ahí conocí a otro scout, un poco más grande que yo y la química fue instantánea, hacíamos los mismos chistes, nos entendíamos con la mirada, nos queríamos sin conocernos. El primer día fue simplemente reírnos juntos, el ultimo ya era usar el hombro del otro como almohada porque estabas cansado, porque tenias sueño, Y eso es algo simbólico en cualquier lugar del mundo, no te apoyas en cualquiera, te apoyas en alguien en quien confías, en quien queres. Y eso, a mi entender es un poco ser scout, aprender a confiar, a querer. Cuando entre a los scout, a los 14 años, pensé que iba a durar 2 meses. Hoy tengo 27. Pasaron 13. Cuando tenía 14 años, soñé con ser Maestro scout. Hoy lo soy, pero más allá de eso puedo decir que soy mejor persona, porque tuve la suerte de que tuve más de un hombro en el que apoyar la cabeza cuando estaba cansado, porque más de una vez me pidieron el hombro para poder descansar.

1 comentarios:

Insomnio dijo...

Muy lindo mati

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