viernes, 2 de julio de 2010

Hace un par de años, ponele tendría 15 o 16, mientras viaja en el 269 una señora se subió con una pierna enyesada a pedir monedas porque era madre soltera y mientras estuviese en ese estado no tenía para darle de comer a su hijo. En esa época no tenia plata pero le di dos pesos (creo que eran los últimos que me quedaban), cuestión que no fui el único que se conmovió, fue una de las pocas veces que vi a tanta gente sacar tantos billetes para darle a alguien que pide. Lo mismo me paso ayer, esta vez era un flaco de unos 30 años. Se había quebrado un brazo y tenía unos fierros en las manos que sobresalían la piel. Otra vez, vi muchos billetes entregados (hice lo mismo) pero esta vez no sé si fue morbo o sentimiento.
Las personas que piden en el transporte público son buenos actores, muy buenos algunos, aunque a veces son humanos como los de estos dos casos. Por último recuerdo la vez que subió un flaco en muletas a pedir y automáticamente después de bajarse salió caminando lo mas campante sin muletas, ese por suerte no me conmovió y no le di nada.
Ese es el punto, le das monedas a la persona que te toca en el algo, sea cierto o sea buen actor.
Detesto a Ricardo Fort. Quería hacerlo público =)
Ayer, mientras me preparaba para ir a dar el parcial de matemática y merendaba un vaso de yogurt con tres pepas, mi abuela miraba intrusos y escuche a Rial una de las frases más inteligentes que pude escuchar en los últimos tiempos.

“es bueno tener principios, el problema es no tener final”